UD 4: CAMBIOS SOCIALES EN EL SIGLO XX



1. EL MOVIMIENTO OBRERO
La industrialización que comenzó en Gran Bretaña, creó una nueva clase, la obrera, que desarrollaba nuevas formas de reivindicación ante su situación laboral, desde la destrucción de máquinas a la creación de la primeras asociaciones de trabajadores.

1.1 EL ORIGEN. LAS CAUSAS
Desde la Edad Media, las clases trabajadoras, sometidas a las duras condiciones del Antiguo Régimen, sufrían explotación o momentos de grandes subidas en los precios de los productos básicos, lo que producía revueltas aunque con resultados escasos, pues eran duramente reprimidas. Con la industrialización todo cambiaría.

Tras la abolición del Antiguo Régimen, las clases trabajadoras quedaron libres de esa dependencia respecto a los privilegiados. Al mismo tiempo, las nuevas fábricas se establecían en las ciudades, cuyo gran desarrollo suponía una atracción para los artesanos y campesinos, ahora libres, produciéndose una gran éxodo rural hacia estas. Como la mano de obra era tan abundante, los dueños de las fábricas se aprovecharon de esa situación y establecieron condiciones de contratación desfavorables y unos salarios muy bajos para los obreros. Esto hizo que poco a poco fuera surgiendo entre los obreros un clima de inconformismo y de descontento ante su injusta situación laboral, que se tradujo en revueltas y otras formas de protestas como el ludismo, apareciendo también las primeras organizaciones de trabajadores. Todo ello orientado a mejorar sus condiciones laborales: reducción de un horario excesivo y aumento de salarios, y a la consecución de sus derechos como trabajadores.

1.2 LAS PRIMERAS ASOCIACIONES DE TRABAJADORES
El derecho de asociación y reunión, fue una de las reivindicaciones que planteaban los trabajadores, derecho no reconocido hasta 1824 en Gran Bretaña. En un principio, se establecieron las llamadas Sociedades de Socorros Mutuos, encaminadas a la ayuda de sus afiliados en caso de accidente, enfermedad o fallecimiento. Aunque posteriormente, la finalidad principal fue la defensa colectiva de sus condiciones laborales y la reivindicación de mejorarlas.

El principal instrumento de presión fue la huelga como forma de protesta y cambio. Más tarde surge el término “sindicato” que hoy conocemos, para designar a la forma de asociación de trabajadores que luchan por sus intereses, estableciéndose además uniones a escala nacional que acaparaba ya cualquier oficio y territorio Tanto que en 1834 ya existía en Gran Bretaña la Grand National Consolidated Trades Union, (Unión Nacional de Oficios), consolidándose el sindicalismo como uno de los movimientos sociales más importantes hasta nuestro días.

1.3 LAS PRIMERAS ACCIONES OBRERAS: LUDISMO
El ludismo se trata de un movimiento de protesta consistente en la destrucción de la maquinaria industrial por parte de los obreros, pues las consideraban las principales causantes de la pérdida de sus puestos de trabajo. El término proviene de Ned Ludd, el primer obrero que destruyó un telar mecánico. Efectivamente, la introducción de la maquinaria a vapor, producía a un ritmo mucho mayor que el trabajo manual, la productividad aumentaba y eso era mucho más beneficioso para los empresarios, pero no para los obreros, que perdían su trabajo o veían disminuir su salario. Ante esta situación, la desesperación llevó a algunos obreros a destruir a sus “nuevos rivales”, las máquinas.

1.4 LA LUCHA POLÍTICA: EL CARTISMO
Además de luchar por conseguir y defender unas condiciones económicas o laborales justas, los trabajadores también reivindicaron ciertos derechos políticos. Y fue este el principal objetivo de ese movimiento de masas llamado cartismo, término que proviene de la Carta del Pueblo de 1838, documento que recogía las peticiones que luego se formularían al parlamento, entre ellas, el sufragio universal masculino, que además debía ser secreto. Lograron presentar sus peticiones al parlamento en 1839, respaldado por más de un millón de firmas.

El cartismo centraba su objetivo en la democratización del Estado y, aunque movilizó a la mayor parte de las clases trabajadoras y populares británicas, el parlamento rechazó las reivindicaciones recogidas en la Carta del Pueblo, hasta en tres ocasiones. Es cierto, no consiguió su principal objetivo político, pero la presión ejercida por dicho movimiento sí ayudó a conseguir mejorar en cierto modo las condiciones laborales y fue una prueba de que grandes masas de obreros podían y sabían organizarse desde el punto de vista político.


 
2. TEORÍAS Y DOCTRINAS SOCIALES: EL SOCIALISMO

El movimiento obrero originó la elaboración y posterior difusión de doctrinas socialistas, que se centraban en una crítica del capitalismo. Mientras los trabajadores se organizaban para luchar por sus derechos, los intelectuales buscaban modelos sociales y políticos, que se estableciesen como una alternativa a la sociedad de la época, primero el Socialismo Utópico (Premarxistas), y después el Socialismo Científico (Marxismo)

2.1 EL SOCIALISMO PRE-MARXISTA
Las primeras teorías estaban muy influidas por la ilustración y planteaban formas sociales ideales contrarias al capitalismo, donde no existiera la explotación ni la injusticia social, algo difícil incluso en nuestro días.

Analizamos a R. Owen, uno de los primeros socialistas y dueño de una fábrica de algodón en la que aplicó una serie de reformas como educación de los niños, aumento de salarios, reducción de la jornada e incluso incentivos por trabajo, gracias a las cuales alcanzó un éxito económico espectacular. Quiso trasladar su modelo económico fuera de su fábrica para elaborar un modelo social basado en su experiencia y en el que se aplicara reformas similares, pero fracasó por el rechazo del resto de empresarios. Otros precursores de las doctrinas socialistas fueron Saint-Simon o Proudhon, que veía propiedad privada como el origen de la desigualdad. 

Estas primeras teorías socialistas responden al nombre de socialismo utópico por sus objetivos idealizados e imposible de conseguir, una “utopía” en la época en la que nos encontrábamos, pero sus ideales fueron extendiéndose entre los trabajadores y otros pensadores, Marx y Engels, retomaron las nuevas ideas socialistas, pero desde una perspectiva más realista y, por tanto, con mayor posibilidad de llevarlas a la práctica. Se trata del socialismo científico, que más tarde desembocaría en una nueva corriente el marxismo.

2.2 EL MARXISMO
Como se ha indicado, Marx y Engels consideraron que sus doctrinas eran científicas (demostrables y aplicables) frente al socialismo utópico (difícil consecución), por ello denominan a sus ideas políticas y sociales como Socialismo Científico. Esta nueva teoría socialista, el marxismo, parte de que “la historia de toda sociedad (…) es la historia de la lucha de clases” centrando su finalidad en la desaparición de la burguesía, la organización y acción política del proletariado y la construcción de una sociedad sin clases, en el momento en el que los trabajadores conquisten el poder. Todas esta ideas fueron recogidas en el manifiesto comunista, en cuya portada aparecía: “¡Proletarios del mundo, uníos!”, como un llamamiento propagandístico hacia los trabajadores para que se unieran en la constitución de un partido político propio. 

Estos ideales serán el origen de todos los partidos socialistas, de izquierda, que aspirarán al poder según el momento histórico, a través de revoluciones, o democráticamente por el camino electoral. El socialismo radical, desembocaría más tarde en el partido comunista.

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